El comienzo de la serie surrealista no lo puedo contabilizar en un año en especial como las otras series, porque este tipo de dibujo de conexiones absurdas y automáticas, y de proporciones caprichosas, siempre estuvo presente en mi trabajo.
De alguna forma todas las demás series existen en contraposición a esta serie, y para tratar de esquivar lo que me es natural, la facilidad que tengo en hacer dibujos vasados en la fantasía e imaginación, a la búsqueda de lo nuevo, de lo asombroso, de pintar una suerte de “irracionalismo”.
No estoy tan seguro que lo que hago en esta serie es estrictamente surrealismo, me apoyo en soltar libremente la imaginación, conectar objetos, situaciones, escenas, estilos de forma caprichosa y automática, sin ninguna lógica. Uso la palabra “Surrealista”, un poco como un homenaje los pintores de la vanguardia, pues ni bien conocí su obra me maravillaron.
Al contrario de mi serie simbolista, donde trabajo a la manera del Bosco o Brueghel donde tejo minuciosamente cada imagen para controlar y armar metáforas visuales, en estas pinturas, improviso, voy por caminos meramente intuitivos, como pasa en la naturaleza las pinturas nacen solas y salvajes. No obstante en estas pinturas se puede ver una lógica de significados que interactúan, metáforas irónicas y hasta humorísticas, pero es algo que noto mucho después que las hago, ya viéndolas como un espectador más.
mesa con dientes, acrylic on canvas, 65 x 45 cm. 2004